El 19 de febrero estuvo en Ronda80 Ismael Martínez, periodista, que realizó recientemente una visita a Togo junto a Ramón Takeli, promotor de la Fundación Takeli, que está impulsando la construcción de un Liceo y una Escuela de Primaria en Togo.
El viaje de Ismael duró diez días, repartidos entre la visita al interior de la selva, y otros en la capital del país. Tomó 4.500 fotografías y realizó unas 50 entrevistas. Uno de sus objetivos en esta visita era el acercarse a la realidad africana sin prejuicios -como recomienda Kapucinsky en su libro "Ébano"- compartiendo sus condiciones de vida y descubrir y mostrar en sus fotografías la sonrisa de los africanos, que transmite una gran alegría de vivir, a pesar de las dificultades. Esta es la visión de África que quiere mostrar la Asociación Harambee, a la que Ismael ha presentado un reportaje. Un buen resumen de ello es la selección de fotografías que se encuentra en este vídeo.
Ismael describe a los togoleses como "buena gente". A pesar del ritmo intensísimo de trabajo, procuró asistir a Misa cada día y pudo comprobar que asistían bastantes personas a la Misa diaria. La Eucaristía del Domingo, de dos horas de duración, incluía música y danza africanas que invitaban de un modo natural a expresar la fe mediante el propio cuerpo.
El viaje de Ismael duró diez días, repartidos entre la visita al interior de la selva, y otros en la capital del país. Tomó 4.500 fotografías y realizó unas 50 entrevistas. Uno de sus objetivos en esta visita era el acercarse a la realidad africana sin prejuicios -como recomienda Kapucinsky en su libro "Ébano"- compartiendo sus condiciones de vida y descubrir y mostrar en sus fotografías la sonrisa de los africanos, que transmite una gran alegría de vivir, a pesar de las dificultades. Esta es la visión de África que quiere mostrar la Asociación Harambee, a la que Ismael ha presentado un reportaje. Un buen resumen de ello es la selección de fotografías que se encuentra en este vídeo.
Ismael describe a los togoleses como "buena gente". A pesar del ritmo intensísimo de trabajo, procuró asistir a Misa cada día y pudo comprobar que asistían bastantes personas a la Misa diaria. La Eucaristía del Domingo, de dos horas de duración, incluía música y danza africanas que invitaban de un modo natural a expresar la fe mediante el propio cuerpo.
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