El pasado martes 2 de octubre, estuvo con nosotros un sacerdote español (omitimos su nombre por discreción) que está realizando su labor pastoral nada más y nada menos que en China.
En occidente estamos acostumbrados a ver un belén público o una procesión del Corpus por la calle, pero en China es algo bastante desconocido. Cuando este sacerdote tuvo que explicar lo que era un belén (un "pesebre") a los propietarios del jardín en el que se iba a instalar, éstos pensaron que iba a poner caballos o algo parecido. Poco a poco se fue haciendo entender y colaboraron con gran entusiasmo. La imagen del niño Jesús vino en un paquete desde España, lo que sorprendió mucho a los empleados de la oficina de correos que, al inspeccionar el paquete dijeron "¡es un bebé!" y quisieron tenerlo en brazos.
El recorrido para la procesión del Corpus que organizó, estuvo alfombrado no con pétalos de flores, sino con granos de arroz de diferentes colores, lo cual supuso un "trabajo de chinos", pero el resultado mereció la pena. Construyeron un palio sujetando una digna cortina con algunos palos. Además llevaron farolillos con jaculatorias.
Aunque la comunidad de católicos en su parroquia es bastante reducida, la comunidad está bastante viva y participan mucho en todas las iniciativas.
En occidente estamos acostumbrados a ver un belén público o una procesión del Corpus por la calle, pero en China es algo bastante desconocido. Cuando este sacerdote tuvo que explicar lo que era un belén (un "pesebre") a los propietarios del jardín en el que se iba a instalar, éstos pensaron que iba a poner caballos o algo parecido. Poco a poco se fue haciendo entender y colaboraron con gran entusiasmo. La imagen del niño Jesús vino en un paquete desde España, lo que sorprendió mucho a los empleados de la oficina de correos que, al inspeccionar el paquete dijeron "¡es un bebé!" y quisieron tenerlo en brazos.
El recorrido para la procesión del Corpus que organizó, estuvo alfombrado no con pétalos de flores, sino con granos de arroz de diferentes colores, lo cual supuso un "trabajo de chinos", pero el resultado mereció la pena. Construyeron un palio sujetando una digna cortina con algunos palos. Además llevaron farolillos con jaculatorias.
Aunque la comunidad de católicos en su parroquia es bastante reducida, la comunidad está bastante viva y participan mucho en todas las iniciativas.
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